martes, 7 de abril de 2009

A mi Manera, o ni caso...

Presa de un ataque de ansiedad del constructor, llamé a Xabier con preguntas tontas sobre las ligadas de los baos. Un procedimiento común es situar la ligada en el borde anterior del bao en un costado y en el posterior en el otro. En mi caso, cajas de costillas lo impedían en un buen número de travesaños. La idea de colocar ambas ligadas en el mismo borde no me atraía, ya que evocaba imágenes de baos lentamente arrancados de su sitio debido al tirón constante del hilo en una sola dirección. Pensé que haciendo dos agujeros en el travesaño en lugar de uno, podría centrar la ligada y evitar esto, pero quise chequear primero con un experto. Xabier favoreció más bien las disposiciones tradicionales, incluso si implicaban ligadas en el mismo borde. Yo dije que bien.

Sin embargo, cuando llegó la hora y, taladro en mano, me aproximé al qajaq, un espíritu maligno innovador debió poseerme. De repente, me encontré aplicando mi idea y perforando dos agujeros en los baos (disculpas por molestarte para nada, Xabier...). Las fotos muestran el resultado en el isserfik de fresno. Estoy convencido que pagaré esta presunción y esta locura.

Y eso no fue todo. Aún en las garras de la fiebre de la alternativa, anudé ochos en lugar de nudos simples en todos los nudos de bloqueo y los nudos alrededor del chicote del nudo Esquimal de todas las ligadas. En este caso, creo recordar que Xabier comentó haber hecho algo parecido y el ocho se supone que es mejor nudo de bloqueo...

De cualquier modo, ahora hay nueve baos en posición. Faltan dos.

domingo, 5 de abril de 2009

Piesgrandes y el qajaq

(English version here)

Salvo por el masik y el bao #5, la cubierta está completa, ligadas y unión de las bordas incluidas (todavía "terrific job" en las simetrías. Fotos en breve, en otra entrada). Me pareció un buen momento para jugar con la posición y alturas de las las dos piezas restantes para asegurar, no ya comodidad, sino poder entrar en el qajaq y que permanecer dentro un rato no sea una tortura. Me preocupaba (a estas alturas ya habrá quedado claro que se me da bien encontrar algo de lo que preocuparme...) que ello requiriera alteraciones sustanciales de la cubierta que arruinaran las preciosas líneas del barco.

Resulta que, mediante las bien conocidas y no demasiado censuradas trampas de mover el masik un poco hacia delante y desplazar el borde de popa de la brazola un poco más atrás de la cara anterior del isserfik, hubiera podido usar la altura original del masik. Sin embargo, para que me cupieran los pies llevando unas mukluks a las que he tomado cariño, el bao #4 necesitaba espaciadores y el extremo anterior de los largueros de la cubierta de proa tenía que moverse hacia delante, probablemente sobre el bao #3. Lo cierto es que no tengo los pies grandes. En la media tirando hacia abajo, pero parece obvio que los del usuario original de este qajaq eran más pequeños aún.

Una vez que lo inevitable de esta modificación se hizo patente, decidí elevar un poco el masik también. Creo que la cubierta queda más bonita así y debería darme un pequeño extra de apreciada comodidad (y algo de margen de error)

El dibujo muestra el perfil original del qajaq abajo y el perfil modificado arriba. Los debo haber comparado unas mil veces, no sin cierta angustia. Quizá sea tan sólo resignación (no tengo mucha elección si quiero usar el barco de verdad) y autoengaño, pero poco a poco me voy convenciendo de que los daños estéticos podrían ser relativamente menores.

viernes, 3 de abril de 2009

Tal que así... (Santander I)

(English version here)

... sólo que más grande y, quizá, más clarito, es como, en mis momentos de mayor optimismo, espero que termine luciendo mi proyecto de qajaq.

Lo que se ve arriba es una réplica en miniatura del mismo barco que yo intento construir, el DNM lc. 43 (KOG #31). Pertenece a la creciente colección de qajaqs del excelente miniaturista naval, compañero kayakista, pescador, cocinero (su sashimi de llampuga ya es leyenda...), constructor de SOF (el barco que tripula en la foto de abajo) y tipo estupendo, Rafa.


Rafa es un auténtico experto en embarcaciones de vela tradicionales de la costa mediterránea, en particular llaguts y similares, y ha reproducido a escala reducida un buen número de ellas. Recientemente, descubrió los kayaks árticos y ha volcado en ellos su considerable talento, produciendo preciosas miniaturas de diversos tipos a un ritmo realmente destacable. Los trajo a Santander y examinar las últimas incorporaciones, charlar sobre las características de los diseños y las razones tras ellas y, en general, admirar los preciosos pequeños qajaqs fue uno de los buenos ratos del puente.

Las fotos, como de costumbre, no son mías. Las hizo Javier, un nuevo amigo kayakista que conocí en Santander. Otro punto en el haber de estos días.